martes, 22 de mayo de 2018

MURCIA TRES CULTURAS: XIX Festival Internacional por la Tolerancia.

Cartel Murcia Tres Culturas 2018
¡Ramadan Mubarak! Cada primavera, la ciudad de Murcia conmemora el pasado multicultural e interreligioso del Mediterráneo con el festival Murcia Tres Culturas, organizado por el ayuntamiento de la ciudad. Ya en su décimonovena edición, el festival aboga por la convivencia y el intercambio de las distintas culturas que, a lo largo de los años, han convergido en la ciudad y, de una forma u otra, han dejado su impronta en las costumbres, las gentes, etc.  En este sentido, Murcia Tres Culturas puede entenderse como un llamamiento a la tolerancia y el respeto en tiempos de intransigencia; todo ello, por supuesto, a través del arte, la música, la danza... Y además de todo lo mencionado anteriormente, es una buena noticia para los que estudiamos árabe o simplemente para aquellos interesados en la cultura magrebí pues, en prácticamente todas las ediciones, se incluyen en el programa conciertos de música andalusí o de folclore árabe en general, así como una amplia variedad de actividades de diversa índole. El pasado viernes noche, por ejemplo, pudimos disfrutar de la actuación de la Orquesta del Conservatorio de Tetuán en la popular Plaza de los Apóstoles: un concierto al aire libre que no dejó indiferente a nadie. Era la primera vez que acudíamos a un concierto de tales características, y fue una grata sorpresa para ambas. La música, el lugar y el buen ambiente que se respiraba hicieron la velada de lo más agradable. Lo que más interesante nos resultó, fue la forma en la que los distintos integrantes de la orquesta amenizaban la actuación con algunas pinceladas y curiosidades varias sobre la música andalusí (¡descubrimos que una pieza de música andalusí  puede llegar a durar hasta cuatro horas!). 



Por supuesto, aprovechamos la ocasión para grabar algunos clips y así poder compartirlos aquí:



Las imágenes hablan por sí solas: el festival es formidable por brindar a todos los murcianos la oportunidad perfecta para conocer la vertiente más artística de la cultura árabe, pero sobre todo por el mensaje que pretende transmitir. Por si fuera poco, nos sirvió como último respiro antes de arrancar la temporada de exámenes. Dicho esto, no nos queda otra sino recomendaros que, si en alguna ocasión tenéis la oportunidad de asistir, no dudéis en hacerlo pues os garantizamos que merecerá la pena. 

domingo, 13 de mayo de 2018

Gastronomía marroquí: restaurante Al baraka.



La gastronomía tradicional asociada a una cultura determinada constituye un auténtico sello de identidad y, por ello, no podíamos dejar pasar la oportunidad de comer en un auténtico restaurante marroquí. Escogimos el restaurante Al baraka (مطعم البركة), situado en el ya mencionado barrio de San Andrés. Es un sitio pequeño pero acogedor y con una decoración muy pintoresca, llena de pequeños detalles que te transportan a Marruecos, como las clásicas teteras o tajines. Nada más llegar, nos llamó mucho la atención el hilo musical con canciones árabes que nos acompañaría durante toda la comida y daba un cierto ambiente festivo al local. Para hacer de esta experiencia un acontecimiento más genuino si cabe, decidimos ir un viernes que, además de ser el día de descanso musulmán, es el día tradicional para comer uno de los platos más típicos de la cocina marroquí: el cuscús. Este plato está elaborado a base de sémola de trigo acompañado de verduras, garbanzos y algún tipo de carne. No obstante, la carta es bastante amplia y apta para todos los gustos.


Aún teniendo claro que pediríamos cuscús, ojeamos un poco la carta para ver qué otros platos típicos se ofertaban y, entre ellos, encontramos ensalada marroquí de remolacha o la tradicional sopa harira (حريرة). Finalmente, nos decidimos por pedir el cuscús con verduras y pollo: un verdadero festival de sabor y especias. Eso sí, las raciones eran tan contundentes que ninguna de las dos fuimos capaces de acabarnos el plato. 



Cuscús  (كسكس)

Teníamos un poco de prisa y no nos dio tiempo a pedir un té moruno pero, antes de marcharnos, nos acercamos a una pequeña vitrina que tienen en la barra con una pequeña selección de dulces típicos marroquíes y compramos algunos para llevar. Por ejemplo, estas شباكية hechas de pasta y recubiertas de miel y sésamo. 

Chebakia (شباكية)

Además de disfrutar de la comida, nos fascinó el ambiente del restaurante del que no paró de entrar y salir gente en todo momento. No cabe duda de que volveremos.